El pésimo arbitraje de Cúcuta vs Real Cartagena: Un robo a la luz del día
El partido entre Cúcuta Deportivo y Real Cartagena del pasado domingo, válido por la fecha 11 del Torneo BetPlay, se convirtió en un espectáculo bochornoso no por el fútbol, sino por el pésimo desempeño del cuerpo arbitral, liderado por el juez central Wilmar Roldán.
Un festival de errores que manchó la jornada
Desde el primer minuto, el arbitraje estuvo plagado de errores que perjudicaron a ambos equipos, pero en especial al Real Cartagena. No solo se pasaron por alto infracciones claras, sino que también se inventaron faltas inexistentes, se expulsó a jugadores sin razón aparente y se concedió un penalti dudoso al Cúcuta.
H3: Faltas sin sanción y penalti inexistente: un guion preestablecido
El árbitro Roldán dejó de sancionar varias faltas claras al Cúcuta, como un empujón en el área que pudo haber significado un penalti a favor del Real Cartagena. Por el contrario, le pitó una falta inexistente a un jugador cartagenero, lo que derivó en una tarjeta amarilla injustificada.
El penalti que definió el partido también fue objeto de debate. La jugada parecía más bien un choque accidental entre dos jugadores, pero Roldán no dudó en señalar la pena máxima. Un error que, sin duda, manchó la imagen del arbitraje colombiano.
H3: La expulsión injusta que dejó a Real Cartagena en inferioridad numérica
El arbitraje también se encargó de expulsar a un jugador del Real Cartagena, sin ninguna justificación aparente. El futbolista recibió una tarjeta roja directa por una supuesta agresión, que quedó registrada en el video como un simple encontronazo normal dentro del juego.
Un golpe al fair play y a la integridad del fútbol colombiano
La actuación del árbitro Wilmar Roldán dejó un sabor amargo en la boca de los aficionados, y un sentimiento de impotencia en los jugadores del Real Cartagena. El arbitraje, en lugar de ser un garante de la justicia y del fair play, se convirtió en un protagonista negativo que manchó la jornada.
Es necesario que se tomen medidas para que este tipo de situaciones no se repitan. El fútbol colombiano necesita un arbitraje de calidad, que no se deje influenciar por presiones externas y que sea justo con todos los equipos. La actuación de Roldán no solo fue un error, sino que también fue una muestra de la ineficacia del sistema arbitral en nuestro país.
Es hora de que la Dimayor tome cartas en el asunto y que se implemente un plan de mejora para el arbitraje colombiano. El fútbol necesita un cambio de rumbo, y este partido fue un llamado de atención para que se tome en serio la necesidad de un arbitraje honesto y de calidad.
Es imperativo que se investigue a fondo el arbitraje de este encuentro, y que se tomen medidas disciplinarias si es necesario. La integridad del fútbol colombiano está en juego, y es necesario actuar con contundencia para que no se repitan estas situaciones.